Bienvenidos a este
cuaderno de viaje-blog, que nace como un "satélite" del blog HUMBOLDT, del IES Luis de Morales.

Pretendemos mostrar aquí una experiencia didáctica de gran tradición en nuestro Centro: el Viaje Didáctico a Picos de Europa que, anualmente -normalmente en el mes de octubre-, llevamos a cabo con los alumnos de 2º de Bachillerato. El año 2010 ha cumplido la XIII edición.

Este Viaje Didáctico está diseñado y organizado por los Departamentos de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, Geografía e Historia y pretende ser un complemento a las materias de Geografía de España, Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, Biología y Geología.

Entre los objetivos planteados con esta salida didáctica están:

- Tratar contenidos relevantes del currículo de las materias vinculadas, proporcionando situaciones de aprendizaje significativo.
- Analizar los mecanismos básicos que rigen el funcionamiento del medio físico, valorando las repercusiones de la actividad humana sobre él.
- Adquirir conocimientos básicos sobre la zona visitada.
- Potenciar el viaje como una experiencia personal y de grupo, asi como vía de conocimiento para distintas materias.

Queremos que este blog sea una especie de "cuaderno de viaje" de la actividad, en el que sean los alumnos los que escriban sus crónicas sobre los lugares visitados y las actividades realizadas. Las entradas que se harán en el blog narrando lo acontecido durante cada uno de los días se confeccionarán, por tanto, con las aportaciones de los alumnos.
En los gadgets laterales se podrá consultar información técnica de cada sitio visitado, se podrá ver fotografías de la actividad, visualizar vídeos de la zona, etc.

martes, 16 de octubre de 2012

CRÓNICAS VIAJERAS DEL 2011 -II-

SEGUNDO DÍA: 20 DE OCTUBRE

El segundo día fue interesante sobre todo, por la subida a la montaña en teleférico. Este día lo primero que hicimos fue ir a un centro de “Interpretación de los Picos de Europa” que como un año más había un problema con la sala de cine. Este museo fue entretenido porque no es el típico museo aburrido, en este vas andando y viendo cosas interesantes, y en cada parada estaba ahí Pedro Emilio para sus famosas fotos. 


 
Después fuimos al teleférico de Fuente Dé, que era una de las cosas que más estábamos deseando, ya que apenas ninguno habíamos montado en un teleférico y no sabíamos la sensación que era estar sujetos de un cable a unos cuantos metros de altura. Cuando estábamos abajo vimos a Antonio y a Pedro Emilio poniéndose ropa un buen rato (yo no sé de donde sacaban tantas cosas: bufandas, camisas, chaquetas, pañuelos, abrigo,…), entonces nosotros nos reíamos un poco ya que  hacía sol y mucho calor y todos estábamos en manga corta. Aunque ellos sabían que cuando estuviéramos arriba, se iban a reír ellos de nosotros, ya que arriba cambió el tiempo totalmente. Las manos se nos quedaron congeladas y las orejas rojas como un tomate. Desde arriba había unas vistas impresionantes, sobre todo me llamó la atención un balcón colgante.
  

Dibujo de Marta Padilla
      Subimos en dos grupos, en uno la mayoría de la gente y en otro unos pocos con el fotógrafo Pedro Emilio. Nosotros nos montamos pocos por si acaso. La subida fue impresionante, ya que en apenas unos minutos estábamos arriba, aunque cuando estabas llegando se quedaron todas las ventanas en blanco debido a la niebla que había.  Arriba nos echamos fotos y empezamos la ruta, aunque en mi opinión me gustó más “La ruta del Cares”. 


          En mitad de la ruta hicimos una parada para comer. El bocadillo nos supo a gloria y nos estuvimos entreteniendo con unos pájaros que estaban acostumbrados a ir allí a comer. Al parecer no eran tontos, les gustaba lo bueno, el jamón y el lomo y sin pan, aunque sobre todo el atún. Cada vez se acercaban más a mí y casi me quedan sin bocadillo, así que decidí guardarlo por si acaso. Luego seguimos caminado hasta completar la bajada, en la población de Espinama.


        Más tarde visitamos el monasterio de Santo Toribio de Liébana y visitamos la población de Potes, donde estuvimos cenando.


       Al final, fuimos al albergue a dormir. Aunque teníamos pensado liarla un poquino esa noche (pintarle la cara a las muchachas y esas cosa), nos quedamos dormidos  enseguida y al día siguiente cualquiera entraba en nuestra habitación a despertarnos.

          Desde mi punto de vista, esta excursión es una experiencia única ya que será la última vez que realizaré una excursión con algunos de los compañeros de clase y por eso creo que será irrepetible.
 
Lucio David Fondón


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