CRÓNICAS VIAJERAS DEL 2011 - y IV-

CUARTO DÍA: SÁBADO 22

A primeras horas de la mañana, tras el desayuno y un paseo por la playa de Ribadesella, visitamos varios procesos de interés en la costa asturiana: las huellas de dinosaurio en los acantilados de Ribadesella, los bufaderos de Pría,… Estos bufaderos son un curioso fenómeno geológico costero declarados como Monumento Natural. Se trata de “tuberías” en los acantilados de caliza con dos entradas: una a pie de mar y otra en la zona superior del acantilado; con mar agitado y marea alta, las olas golpean la entrada inferior proyectando el agua a través del conducto y creando un espectacular chorro de agua pulverizada en la zona superior.

 Después visitamos el Museo del Jurásico de Asturias, donde aprendimos sobre distintos aspectos de la vida de los dinosaurios, grupo de reptiles terrestres que aparecieron hace unos 230 millones de años, extinguiéndose, en su mayoría, hace unos 65 millones de años.

 Dibujo: Marta Padilla

Finalmente, comimos cerca de Lastres e iniciamos el regreso hacia Arroyo de la Luz.

Desde mi punto de vista fue una excursión muy divertida, en la que conocimos un montón de cosas nuevas. Me lo pasé genial y me encantaría repetir algún día.

  Marta Padilla

Tras desayunar, paseamos por la playa, que era muy bonita, vimos huellas de dinosaurios –a las que había que echar imaginación-, cogimos lapas y nos hicimos muchas fotos porque nos gustó mucho el paisaje. Tardamos en irnos de allí porque se estaba muy a gusto  y no nos queríamos marchar. Además sabíamos que la excursión se iba acabando y esa idea no nos agradaba. Fuimos a ver unos bufaderos y ese paisaje también nos gustó mucho, pero no soplaban apenas y nos marchamos hacia el MUJA, el Museo del Jurásico de Asturias. Lo que más nos gustó del museo fueron los dinosaurios del exterior, con los que nos hicimos todo un reportaje fotográfico.

Por desgracia, ese día se nos hizo muy corto; en el autobús de vuelta nos divertimos, como de costumbre, pero sabíamos que eran los últimos momentos de aquel viaje que tanto nos gustó.

                                                                                                                                        Luz Mª Castela